Primer día sin televisión y hay que ver lo que le cunde a uno el tiempo. Pude hacer una cena en condiciones, una sopa de verduras con su hueso y todo, dejar la cocina como una patena y el backup del PC. Y eso que llegué relativamente tarde del trabajo. Esta mañana un desayuno con France Info y avanzando el email del trabajo.
Ayer, con el ímpetu anti-televisivo, anduve mirando algunas webs sobre el tema. Es increible el tiempo que nos puede llegar a tomar la televisión si no la controlamos. Idealmente, lo mejor es no verla casi nunca. Recomendable es poder controlar lo que vemos. Esto es, ver algo que queramos ver y que hayamos programado verlo y luego apagar la tele. Lo peor es encender la tele, zappear y quedarse viendo algo. Ahí estamos perdidos.
El problema que veo yo con lo de «controlar» lo que se ve es que cada día hay más posibilidad de seguir siendo adicto a la tele sin ver un minuto de ninguna emisión y sólo tirando de películas y de series (en DVD o descargadas). El ejemplo más claro lo hemos tenido en casa con series como Lost, 24 o Heroes. Cuando empezamos a verlas ya tenían bastantes capítulos a sus espaldas y lo que pasaba es que nos hacíamos sesiones de dos, tres y hasta cuatro capítulos seguidos. Y ahí volvemos a perder el control. Gracias a dios, en esas tres series ya estamos «al día» y la cosa no puede pasar ahora de un capítulo por semana. Además, la única que se emite ahora es Lost.
Volviendo a la tele. No he echado nada de menos el telediario. Y da gusto cenar escuchando a Zucchero, que ni es moderno, ni es indie, pero me gusta ;-)