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Croacia dí­a 10: De Dubrovnik a Toulouse pasando por La Jonquera

Café por Dubrovnik, Croacia

Señores, esto se acaba. Los minutos de la basura. El descuento. La suerte está echada. No hay nada que hacer. Apaga y vámonos. Se acabó lo que se daba… vamos, que nos volví­amos a casa. Esa misma tarde cogí­amos el avión y de vuelta a Barcelona.

Del dí­a poca cosa que contar la verdad. Hicimos las maletas, nos despedimos de My Darling, le pedimos que a las 2 nos esperase su hijo para llevarnos al aeropuerto y nos fuimos a desayunar. El resto de la mañana la pasamos entre tiendas, intentando comprar algún recuerdo y comprobando que las masas borreguiles de los cruceros sólo saben ir de ciudad en ciudad para entrar de tienda en tienda comprando horteradas. Pero horteradas muy muy muy horteras. Al menos encontramos un sitio con bastante buen gusto y alguna cosilla curiosa. Nada, lo justo para comprar dos tonterí­as.

Como final de traca, volvimos a la Spaguetteria Toni (qué buena la pasta en este sitio) y tuve el tiempo justo para entrar en una tienda de música y comprar algunas cosillas croatas. Tengo pensado otro post para hablar de ello. Hay cosas interesantes. Al coger las maletas My Darling nos repitió unas veinte veces cómo era el coche de su hijo.

– Citroen C4, red, in Pila Gate darling!

Para allá fuimos y tiramos al aeropuerto con el «Nen» croata. Musica chundera a tope. Ventanillas abiertas y adelantamientos temerarios. Bueno, ya nos llevó.

Ozujsko, cerveza croata en el aeropuerto de Dubrovnik, Croatia

En el aeropuerto, de lo pequeño que es aquello, sin darte cuenta ya estás facturado y en la sala de embarque. Así­ que a comprar algo de chocolate croata en el Duty Free y a tomarse la última cerveza croata, en este caso una Ozujsko. Y a embarcar…

Una vez en el avión, como me pasa en todos los viajes en los que me los paso bien, me empezó a entrar ese bajón melancólico mezclado con cansancio. Así­ que para tener un viaje agradable, cogí­ el iPod y me hice una playlist para la ocasión. Aún la tengo ahí­, y estas son las canciones, por si os apetece escucharlas…

Me dejé algunas en el tintero y para otras no he encontrado el video. Esa fue la banda sonora que me acompaño, y casi me durmió, camino de Barcelona.

Al llegar al Prat, ahí­ estaba Arancha (e Inesuca) esperándome. Nos despedimos de Pablo y nos pusimos en ruta. Parada obligada en La Jonquera para cenar y ver el España-Italia… ¡rodeado de camioneros italianos! Al minuto 90, con el 0-0, nos fuimos. íbamos a llegar muy tarde a Toulouse y decidimos oir el resto por la radio. Para los penalties la apagamos. Así­ evitamos algún accidente que otro. Pepe nos despertó del letargo con su llamada… ¡estabamos en semifinales!

A Toulouse llegamos tardí­simo y yo me eché a la cama más tarde aún, tení­a que ver los penalties…

…empezaba ahí­ una semana infernal de cansancio y curro.

FIN :-)